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Imagina que quieres hacer un backtest solo sobre componentes del SP500.

Es muy típico bajarse la lista de componentes actuales del SP500 y empezar a realizar un backtest sobre una idea que tengas y tomar esos resultados como buenos, cuando no lo son, debido a que en tu backtest no estás teniendo en cuenta las acciones que formaban parte del índice y que ya no están. Dicho de otra manera, estás sobreoptimizando tu sistema y no estás simulando correctamente lo que ocurrió con las acciones del índice en cada momento determinado.

El “sesgo de supervivencia” te está afectando a las estadísticas de tus backtests.

Con un ejemplo lo vas a ver mucho mas claro. Imagina que tu estrategia la haces sobre una Watchlist que tiene los componentes del S&P 500 de hoy. Tendrás a Tesla entre ellos. Pero sabías que Tesla no se incorporó al S&P 500 hasta diciembre de 2020, sin embargo, si te has bajado las cotizaciones de Tesla, seguramente tengas histórico desde que empezó a cotizar en 2013.

Si en tu backtest, por ejemplo, estás cogiendo las acciones más fuertes, posiblemente Tesla se encuentre entre algunas de ellas, porque durante su historia ha tenido periodos muy alcistas. Sin embargo, no deberías tener en cuenta ninguna operación de Tesla anterior a la fecha en la que se incorporó al índice de acciones sobre el que estás corriendo tu backtest (en este ejemplo hemos dicho SP500), de lo contrario te está afectando el sesgo de supervivencia. Tampoco estás contemplando las acciones pasadas y por lo tanto, los datos del backtest que acabas de hacer no pueden considerarse que tengan el rigor necesario para considerarse fiables.

Un buen backtest debería contemplar todos los valores que estaban en ese momento en el índice y no creer que todos los componentes actuales también lo estaban hace 20 años. Los índices van renovando sus componentes constantemente y las acciones que constituían el SP500 hace 20 años poco tenían que ver con las de ahora.